La emoción de saber el sexo del bebé antes de nacer lleva a muchas personas a recurrir a todo tipo de rituales y creencias populares.
Desde observar la forma de la panza hasta seguir antojos de comida, las futuras mamás y sus seres queridos adoptaron métodos caseros para intentar descifrar este misterio. Pero, ¿realmente funcionan estos rituales?
Lo cierto es que estas prácticas carecen de fundamentos científicos sólidos. Aunque a veces puedan acertar, la posibilidad de adivinar el sexo del bebé es básicamente del 50%. Sin embargo, eso no impide que muchas personas se diviertan intentándolo, agregando un toque de intriga y emoción al embarazo.
Creencias más comunes para predecir el sexo del bebé
La forma de la barriga: se dice que si es redonda, será niño, y si es puntiaguda, niña.
Los antojos de comida: algunos creen que si la mamá prefiere alimentos salados, será niño, y si prefiere alimentos dulces, niña.
La prueba de la cadena: consiste en sostener un anillo sobre el vientre de la madre. Si el anillo se mueve en círculos, se espera una niña; si se mueve de lado a lado, un niño.
Los latidos del corazón del bebé: se rumorea que si el ritmo cardíaco fetal es superior a 140 latidos por minuto, será una niña; si es menor, será un niño.
Aunque estas creencias puedan ser entretenidas, es importante recordar que no tienen base científica. Si realmente deseas saber el sexo del bebé con certeza, las ecografías y las pruebas genéticas son los métodos más confiables.